Llamados a ser fermento en el mundo como la levadura en la masa, los fieles laicos participan en las realidades sociales cotidianas en los lugares donde habitan, conscientes de que no sólo no son ajenas a ellas, sino que están llamados a reordenar todo lo creado hacia Cristo.
A partir de su experiencia vital de conversión y sabiendo que no nos es lícito estar ociosos, varios miembros del Movimiento cumplen su misión evangelizadora en tareas como el Voluntariado Social , la acción en Clubes Sociales , los apostolados de la Inmigración y Emigración y las Personas Mayores , los Medios de Comunicación Social y la colaboración con Diócesis y Parroquias.
 

Clubes Sociales

Una forma específica de evangelizar la familia la realizan miembros de Christifideles Laici a través de clubes sociales católicos que surgen en la realidad del ámbito local nacidos como respuesta al Concilio Vaticano II, que "ruega encarecidamente, en el Señor, a todos los laicos que respondan de buen grado, con generosidad y prontitud de corazón a la voz de Cristo".
En ellos se pueden desarrollar actividades de tipo formativo, desde las infantiles y las dirigidas a adolescentes, hasta las programadas para chicos, chicas y matrimonios, tanto de jóvenes como de adultos. También actividades de promoción social y humana, dirigidas a capas sociales humildes y basadas en la programación de cursos para la obtención de certificados de estudios primarios, cursos básicos de informática., entre otros. Otras de tipo lúdico y recreativo, caracterizadas por una manera de entender la diversión como prolongación del ser y del pensar cristianos, actividades con contenido apostólico-asistencial, para llegar a los que sufren, a los que se sienten desatendidos y en ocasiones socialmente despreciados, y por último actividades de acción social, para cubrir necesidades perentorias del prójimo, sin que se sienta humillado o reducido a mero objeto de asistencia.


Inmigración y Emigración

La emigración supone el abandono de la comunidad cultural y el trasplante a un ambiente nuevo, con tradiciones diferentes y a veces lengua distinta. Conscientes de que todos somos peregrinos en esta tierra a la manera de Cristo, numerosos militantes acogen y auxilian a los hombres y mujeres procedentes de otros países con medios materiales, afectivos y espirituales. Además de acciones caritativas perentorias esenciales del cristiano, asesoran y ayudan en la inserción social y laboral de los recién llegados y, respetando la libertad personal de cada uno, les proponen el mensaje del Evangelio. De una manera específica facilitan la incorporación a su parroquia de residencia, como célula de la Iglesia que es Madre de todos los creyentes.


Personas Mayores

Dóciles a la llamada del Señor en cualquier momento de la vida, los fieles laicos evangelizan todas las realidades humanas, en particular las de aquellos que habiendo superado la etapa laboral se encuentran en ocasiones solos y no suficientemente reconocidos o atendidos por la sociedad.
Al efecto desarrollan apostolados específicos con las personas mayores no limitados a la acción social, proponiendo el Evangelio como mensaje de salvación y promoviendo en la medida de sus posibilidades actividades de apostolado.


Medios de Comunicación Social

Los medios de comunicación poseen una capacidad inmensa para transmitir la Verdad y dar a conocer a Jesucristo, no siendo posible pensar en re-evangelizar la cultura si no es a través de los medios de comunicación social. Cuando cada día nos llegan todo tipo de opiniones y se nos proponen tantas formas de vida y tantos modelos de felicidad, hacen falta propuestas inspiradas en los criterios del Evangelio.
Es aquí donde entra en juego la presencia en los medios de comunicación. Es indispensable que los cristianos ofrezcan el testimonio de su vida y transparenten su felicidad, camino ciertamente lento y difícil, es decir, un camino de nueva evangelización. El Movimiento te forma y empuja para no desaprovechar ocasión para participar en los medios desde la participación en programas radiofónicos, cartas dirigidas a periódicos y revistas. Otra parte, muy importante, exige un poco más de preparación: la colaboración en tertulias, programas. Pero vale la pena tenerla en cuenta: tiene efectos multiplicadores, crea ambiente, hace que muchos que piensen igual pero no se atreven a decirlo se sientan acompañados y ganen confianza. Por último los medios de comunicación de titularidad o de temática eclesial son cada día más imprescindibles. Medios que por lo común modestos, y que necesitan el apoyo voluntario de los creyentes, a fin de contribuir al bien de la sociedad presente y futura.